Historias de Ugo Vitucci (seconda puntata) |
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Por Waleska Zarco de Piniés, 12/01/2011 |
Divisa:orden y disciplina. Cuando Ugo era picolo tenía que comer de todo. No gustándole los champiñones, se las ingeniaba para, sin que su padre se diese cuenta, hacer el cambio con su hermano de lo que tenían en el plato (cosa que al menos hemos intentado todos). Un
día viene a la mesa la sirviente y dice: "Señor Vitucci,
le llaman al teléfono". Los ojos de Ugo se encandilaron,
pues tenía champiñones en su plato, y pensó "ésta
es la mía, mi padre al teléfono... yo los largo a mi hermano
Paolo". El padre, que se dio cuenta de los ojos picarones de su
hijo, sin decir nada recogió el plato y se lo llevó con
él al teléfono... Cuando vuelve se los presenta de nuevo
a Ugo y se los tuvo que comer.
MORALEJA; yo a mi suegro, que no he conocido, le debo algo estupendo y es que su hijo come de todo, le encanta todo, es capaz de ir a recoger champiñones al bosque, pues los reconoce, se los prepara y se los come. Para él todo lo que le doy de comer está ÓPTIMO... Y se lo come con tal gusto que una se siente buena cocinera, y eso que yo hago las cosas a ojo y nunca he aprendido. El único libro de cocina que tengo en casa es uno en italiano que es de Ugo, pues a él sí le gustaba cocinar. Muchas veces me enviaba a casa de una amiga y cuando la mesa estaba puesta me llamaba para comer. ¡Y lo mejor de todo es que había fregado los cacharros que había empleado! Yo he aprendido algunas cosas de él. Aprovecho y doy las gracias a mi suegro de haberlo criado así... FIN.
Un abrazo de Wally |
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Enlace al episodio nº 1 |